¿Es posible conciliar viaje de negocios y respeto por el medio ambiente? Si bien los viajes profesionales son imprescindibles para el crecimiento de la empresa, es evidente que generan cada año un impacto significativo en la salud del planeta. Una realidad que se puede subsanar tomando las decisiones correctas.
173 g de CO2 emitidos/km por pasajero que utilice el avión, 150 g/km para los coches particulares, 2 g/km por pasajero que utilice el tren. Cada viaje profesional, corto o largo, tiene su parte de
contaminación sobre el planeta. Un hecho cada vez más señalado, especialmente desde el acuerdo de París COP 21 en 2015, en las políticas de viajes. Carlson Wagonlit Travel, por ejemplo, publicó en 2016 su
informe anual sobre el "negocio responsable", analizando el impacto de los viajes de negocios. El informe pone de manifiesto, que las emisiones indirectas, en las que se incluyen los viajes profesionales y los desplazamientos al trabajo, fueron responsables de 33,83 toneladas de CO2 en 2014. Pero la buena noticia es que el sector de los viajes de negocios parece estar tomando verdadera conciencia al respecto: en su estudio "
International Travel Management 2016", AirPlus revela que los viajes de negocios "eco-friendly" ocupan el tercer lugar entre las principales tendencias para el 48% de los gestores de viajes, detrás de la seguridad de los datos (54%) y las redes sociales (50%).
Así que, para cambiar las cosas y proteger nuestro medio ambiente, ¿cuáles son las decisiones más fáciles de integrar en su política de viajes?
Para evitar las idas y venidas y, por ende, las fuentes de contaminación derivadas, también se puede actuar sobre la agenda y concentrar varias citas en un mismo destino. Menos trayectos y un mayor ahorro.
Si necesita utilizar un vehículo, hágalo de manera más responsable: compartiendo los gastos de taxi si es necesario, o dando prioridad al coche compartido. Un dato interesante: existen aplicaciones de coche compartido especializadas en viajes profesionales, como Karos, o Karzoo en Europa. Si tiene que alquilar un vehículo, acuda a una empresa que renueva regularmente su flota de coches, disponiendo así de los coches menos contaminantes del mercado. Por ejemplo, las grandes empresas de alquiler, como
Europcar, ofrecen cada vez con más frecuencia vehículos 100% eléctricos.
El peso también aumenta las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para viajar de forma más ecológica, es preciso deshacerse de lo superfluo, por ejemplo del material que se puede alquilar in situ. Un gesto mínimo, pero con grandes efectos a largo plazo.
Hacer uso de la videoconferencia (cuando sea pertinente)
Indudablemente, el contacto humano es primordial para crear asociaciones, firmar contratos, etc. Por tanto la videoconferencia no es siempre la solución ideal. Sin embargo, resulta muy práctica para la reuniones internas. Y sus efectos están más que demostrados: sustituir el 20% de los viajes de negocios por videoconferencias permitiría un ahorro anual equivalente a unos 25 millones de toneladas de CO2.
En Europa como en el resto del mundo, son muchos los establecimientos hoteleros que se han comprometido a respetar una carta de eco-responsabilidad. La etiqueta
Green Key, por ejemplo, presente en 57 países, identifica los hoteles comprometidos con el medio ambiente a través de la gestión de sus residuos, emisiones y energía, y con la concienciación de sus equipos. También es el caso del grupo Accor que lanzó en 2011 su programa
Planet 21, que garantiza el diseño ecológico de sus establecimientos así como una alimentación sana y sostenible.
Finalmente, y en términos generales, trate de reconsiderar sus opciones para encontrar una solución de transporte menos contaminante.
El comparador puede guiarle.
Publicado por
Magali
el
14/09/2018
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