Viaje de negocios a Dubái: ¿qué le espera?

Su primera estancia en Dubái puede resultar especialmente sorprendente, entre un entorno excesivamente a la vanguardia de la modernidad y unos códigos culturales muy diferentes de las normas occidentales.
Conozcamos las características de un pequeño territorio de gran poder, donde conviene hacer negocios.

Con frecuencia, se percibe a Dubái como la ciudad del exceso e infinitas posibilidades.
Y es cierto que la capital del emirato de Dubái, cubierta de lujo, es escenario de grandiosos proyectos. Desde la torre más alta del mundo, la Burj Khalifa, hasta los gigantescos centros comerciales donde se puede pasar el día entero de compras, la ciudad atrae tanto a expatriados como a turistas y viajeros por negocios.
Encontrará una calidad de vida agradable, con una amplia oferta de actividades de ocio, que van desde un baño en la playa hasta una excursión por el desierto, pasando por múltiples parques de atracciones. 

Gracias a su gran dinamismo económico, la ciudad atrae a un gran número de extranjeros que vienen a hacer negocios, ya sea de paso o con intención de establecerse.
La economía de Dubái, basada en el petróleo, se ha diversificado para convertirse en un centro financiero y un destino turístico emblemático.
Los proyectos inmobiliarios ocupan un lugar importante, desde edificios residenciales hasta complejos turísticos. Otra particularidad es que Dubái ha establecido zonas francas para facilitar los intercambios comerciales.
Los extranjeros pueden poseer en estas zonas sociedades y bienes en tránsito que no están sujetos a impuestos aduaneros. 

Una gran mayoría de los residentes en Dubái tienen un carnet de identidad de otro país.
De hecho, la lengua más utilizada es el inglés, mientras que los carteles y señales suelen ser bilingües (árabe e inglés). Los nativos de Dubái se reconocen por su vestimenta tradicional: kandora blanca para los hombres y abaya negra para las mujeres.

La religión oficial es el islam, pero se toleran los demás cultos. Aunque se invita a los no musulmanes a mantener un comportamiento correcto, las normas son relativamente sencillas. Las mujeres no tienen que cubrirse con velo y se tolera la vestimenta occidental, preferentemente si cubre los brazos y las piernas, sobre todo en un marco empresarial.
En cuanto al alcohol, debe consumirse en locales cerrados, como los hoteles; además, durante el Ramadán se prohíbe a todos beber, comer o fumar en público durante el día. No obstante, en espacios cerrados se puede comer o beber en cualquier momento.

Al planificar un viaje a Dubái, recuerde que los días festivos son los viernes y sábados.
Lo más difícil de entender quizá sea el aspecto cultural, especialmente en lo que respecta a las reuniones de negocios. Así pues, los buenos modales, que cumplen normas bastante estrictas, tienen una gran importancia. En particular, la hospitalidad es fundamental.

Siempre se da la bienvenida con un té o un café, que no se debe rechazar. Al tratar de negocios, no se acostumbra a abordar el tema directamente, sino que surge de manera natural después de una pequeña charla, una conversación trivial ligada a las normas de cortesía. Sea paciente, tendrá tiempo de exponer su asunto de manera oportuna.

En 2020, Dubái celebrará su 50 aniversario con un gran regalo: la Exposición Universal.
Tendrá una duración de seis meses a partir del 20 de octubre de 2020 y se espera que su sede se convierta después en el Dubai Trade Center Jebel Ali: un espacio dedicado a las tecnologías innovadoras donde los visitantes podrán disfrutar de la exposición del evento, así como de inmuebles y hoteles de lujo.